El 30 de octubre de 1983, Argentina vivió un momento histórico y trascendental que marcó un antes y un después en la vida del país. Tras más de siete años de una feroz dictadura militar que dejó un rastro de violaciones a los derechos humanos, desapariciones, asesinatos, cárcel y exilio, los argentinos se preparaban para la primera elección democrática en mucho tiempo. Esta elección, que consagró al Dr. Raúl Alfonsín como Presidente de la Nación, simbolizó la apertura hacia un futuro más promisorio, tras años de terror y crisis económica.

En una entrevista exclusiva con el Director del Archivo Histórico de la Universidad Nacional de Tucumán, Lic. Walter Soria, se abordó la trascendencia de ese momento y cómo la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) ha mantenido su compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos a lo largo de estas cuatro décadas.

“El retorno a la democracia marcó un hito en la historia argentina.” La retirada de los militares del poder abrió un debate sobre cómo avanzar y hacer justicia. El gobierno nacional de ese entonces tomó medidas importantes, derogando la ley de autoamnistía y abriendo el proceso de las Juntas Militares. Además, se creó la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP). En ese contexto, la provincia de Tucumán estableció la Comisión Bicameral de Derechos Humanos y la UNT inició su proceso de normalización institucional”, señaló el Lic. Soria.

“En ese sentido se va a designar como Rector normalizador al Prof. Luis Salinas, quien va a asumir a fines de diciembre y va a durar un breve periodo hasta mayo del año 84 cuando sea reemplazado por el Ing. Eugenio Flavio Virla que va a seguir conduciendo la normalización de la universidad. Se creó una Comisión Especial del Consejo Superior para investigar las violaciones de derechos humanos en el ámbito universitario.

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